Hemos hablado en muchas ocasiones de la importancia del personal en la empresa, la gestión del conocimiento y otros aspectos relacionados. Si bien esto es así, también es cierto que en la mayoría de las organizaciones de hoy en día, la partida de costes destinada al personal es de las que más abultan. En empresas de determinados sectores pueden superar el 60 % de las ventas.

Por este motivo, es importante que el rendimiento de las personas sea el adecuado, sobre todo en entidades con estos elevados costes ya que cuantas más personas hay en una empresa, más difícil es llevar un control del rendimiento si no se implanta un sistema adecuado.

Para implantar un sistema de rendimiento del personal, lo primero es saber exactamente qué queremos de cada área de la empresa y de cada persona dentro de ella. Una vez hecho esto podremos establecer unos objetivos acordes con la estrategia empresarial siempre que estos sean adecuados. Recordemos el artículo sobre la fijación de objetivos.

Ya que tenemos los objetivos marcados, el siguiente paso es establecer el procedimiento por el cual se evaluará el rendimiento, es decir, establecer la periodicidad, las fuentes de información a consultar, los indicadores de cada persona, y, por supuesto, a los responsables de hacer estas mediciones en cada actividad.

Es fundamental que toda esta información sea pública antes de pasar a ejecutar las mediciones ya que si no podría generar inseguridades y problemas dentro de la empresa. Todos los empleados han de saber con exactitud cuáles son las medidas que se usarán, que valor tienen y la razón de que sean esas y no otras, es decir, explicarles en que influye para el crecimiento de la organización.

Del mismo modo que se fijan los objetivos, estos servirían de poco sin un programa de recompensas o penalizaciones. Estas no tienen por que ser económicas, en muchas ocasiones un reconocimiento público o un día libre tienen más efecto en lo que a motivación se refiere.

Un programa de este tipo puede generar multitud de beneficios en una entidad, entre ellos:

•  Favorece el buen clima laboral.
• Alinea a los trabajadores en el sentido de la estrategia de la entidad
• Ejerce un filtro para conseguir una plantilla eficiente en todo su conjunto.
• Consigue reducir costes de rotación de personal.
• Mejora las políticas de gestión del conocimiento.
• Fomenta el desarrollo personal del trabajador
• Reduce los costes de personal, no  tanto en plantilla como los que se refieren a la selección de personal.
• Fomenta los planes de carrera y la promoción interna
• Mejorarán los indicadores de ventas, costes, márgenes y en función del tipo de empresa, los costes fijos.

Para implantar un sistema de medición del rendimiento del personal, aunque en una primera fase puede no ser necesario si el tamaño es pequeño, tarde o temprano habrá de instrumentarse en una herramienta que permita automatizar las mediciones, el control y la emisión de informes periódicos para la toma de decisiones.

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