Norma ISO 9001

La ISO 9001 es una norma certificable y auditable. En ocasiones, para el empresario la autentificación de su Sistema de Gestión de la Calidad puede ser una actividad que le suponga quebraderos de cabeza, pero la verdad que es bastante entendible y sencilla por cualquier persona.

Este desconcierto que hay sobre el proceso de certificación ISO 9001 se debe a la incomprensión y al miedo por lo desconocido. Intentaremos aclarar algunas confusiones en este post.

La certificación es el conjunto de actividades que realiza un organismo acreditado para certificar y evaluar el cumplimiento de una norma, en este caso, la norma internacional ISO-9001 para Sistemas de Gestión de la Calidad.

Si de este análisis se consiguen resultados positivos, la persona que certifica emite el correspondiente certificado ISO 9001 comentando que el sistema cumple con los requerimientos que contiene la norma en cuestión.

El organismo de autentificación es el encargado de certificar y evaluar la conformidad de una empresa, en este caso, con la norma internacional ISO9001. Para que este organismo pueda actuar como certificador debe estar acreditado con dicha acreditación.

En muchos países, existen empresas que realizan el reconocimiento, tanto de la confiabilidad como de las competencias técnicas, de empresas que desean y pretenden ser certificadoras. Estas entidades son conocidas como los “Entes Acreditadores” que contituyen el International Acreditation Forum (IAF). El IAF no forma parte de ISO, aunque trabajan conjuntamente en asuntos de autentificación de Sistemas de Gestión.

Podríamos plantearnos si hay alguna diferencia entre un certificado publicado en España, por ejemplo, con otro difundido de México. Cuando se trata de una certificación de alguna norma ISO no existe diferencia alguna desde la visión de la verificación internacional del certificado. No existe diferencia alguna si el certificado es emitido en España o en México.

Nos podemos plantear un problema en cuanto al origen de la persona o ente certificador que, en este caso, si podemos encontrar algunas diferencias.

En el caso de que exista algún problema con el certificador, dicha problemática  se debe trasladar ante el acreditador del país correspondiente. Esta institución trabajará para dar solución al problema y, si es necesario, pondrá una sanción al certificador oportuno.

Lo que es recomendable a la hora de elegir al ente certificador de nuestro Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) basado en la normaISO-9001 es utilizar las mismas reglas que para el auditor, que esté cualificado y sea competente.

La rivalidad o competencia es una capacidad que sólo se puede revelar trabajando, en base a estos tres elementos básicos: el método de aplicación, el conocimiento y el ejercicio demostrado. Un auditor, para argumentar rivalidad o competencia:

• No es suficiente con saber de la norma internacional ISO 9001 y las prácticas de las actuaciones de auditoría.
• Lo más importante es que el auditor cuente con experiencia profesional en los procesos que se dispone a auditar. No tiene por qué ser un experto en la materia pero sí es importante y se recomienda que posea un conocimiento general de los métodos y mecanismos que examina y controla.
• No solo basta con tener títulos que legitimen el conocimiento del auditor  ya que esto solo sirve para presentar su conocimiento no para manifestar que saben ponerlos en práctica y que lo aplican correctamente.
• El auditor debe demostrar que ha puesto en práctica satisfactoriamente estas prácticas para el proceso en cuestión.

Existen ejemplos como las telecomunicaciones, la industria automotriz o aeroespacial que computan la experiencia y conocimientos del certificador, antes de empezar a trabajar conjuntamente.

Recordemos que ISO 9001 se puede aplicar a cualquier tipo de organización tenga el tamaño que tenga y sea del sector que sea. Por tanto, esta sugerencia debe ser adaptable a cualquier sección de la industria.

Es de lógica que si una persona no cuenta con los conocimientos competentes sobre finanzas no pueda emitir estados financieros o examinar un proceso de contabilidad, aun conociendo las técnicas y métodos de auditoría.

Entonces, ¿cómo escogemos a un ente certificador competente? Un procedimiento que pueden aplicar para seleccionar y elegir a su certificador es:

• Evalúe a los auditores con un equipo de expertos en la materia:

–         Analizar de dónde proceden los auditores propuestos por el certificador. Sería perfecto si coincidieran con nuestros propios auditores internos porque no solo tenemos constancia de que conocen la norma sino que también son especialistas en nuestro comercio y en los procesos de nuestro Sistema de Gestión de la Calidad según la ISO-9001.

–         Evaluación. Primero, le daremos una copia a cada uno de nuestros procesos de negocio. Luego, tendrán que estudiarlo, analizarlo y presentar la propuesta de cómo lo examinarían, haciendo hincapié en los puntos destacados a controlar. Este trabajo será acreditado por analistas internos.

• Pedir referencias sobre su grado de experiencia en similares procesos a los que usted necesita examinar o auditar y constatarlas con los clientes.

• Escoja la mejor empresa y equipo de auditoría. En este sentido, céntrese y guiase, entre otras cuestiones, por el análisis de calidad y competencia, el tiempo que le plantean dedicarle al servicio.

Aquellos certificadores responsables y capacitados sobradamente no tendrán problemas en someterse a esta evaluación, incluso, pueden agradecérselo porque así eliminan a la competencia no leal.

Por último, si durante el examen de su Sistema de Gestión de la Calidad basado en la ISO 9001 encuentra problemas, soluciónelos con el cabeza del equipo auditor, al fin y al cabo, usted es su cliente y debe atenderlo como es debido.