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ISO-9001

ISO 9001: Los fundamentos del Sistema de Gestión de la Calidad

ISO-9001

Norma ISO 9001

La ISO 9001 es una de las normas de gestión más valorada por un gran número de organizaciones. Está amparada por unos fundamentos para los Sistemas de Gestión de la Calidad que dan sentido al desarrollo e implantación de este mecanismo en empresas de diferente tipología.   

Los fundamentos de los SGC se incluyen en la norma ISO 9000 y son los siguientes:

Base Racional

La base racional es el fundamento de ser del Sistema de Gestión de la Calidad debido a:

  • Es el mecanismo que ayuda a las empresas a aumentar la satisfacción del cliente.
  • Los clientes necesitan productos o servicios cuyas particularidades satisfagan sus intereses.
  • Tales requisitos se manifiestan en las cualidades y características del producto y se conocen como “requisitos del cliente”.
  • Con estas bases, que pueden ser fijados por los clientes o por la organización, el cliente precisará si el producto cumple con sus expectativas.
  • Los intereses de los clientes evolucionan y cambian con el tiempo, surgen imposiciones competitivas y avances técnicos que lo provocan, por lo que las empresas u organizaciones deben trabajar en este apartado para mejorar día tras día y no perder la confianza del cliente.

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Requisitos para los Sistemas de Gestión de la Calidad

ISO 9001:2008 incluye unas condiciones a aplicar en el SGC que son universales y aplicables a cualquier tipo de organización.

Enfoque sistemático de la calidad

El hecho de aplicar la calidad a través de sistemas de gestión es un refuerzo importante para que las organizaciones puedan desarrollar un análisis o estudio de las necesidades de sus clientes, definan los procesos que van a cooperar a la realización y consecución de productos y supervisar dichos procesos.

El uso de un Sistema de Gestión de la Calidad basado en la ISO9001  en una organización aporta un plus de confianza a los clientes y a la propia entidad en cuestiones como:

  • La competencia para suministrar productos que cumplan con los requisitos de los clientes.
  • Fraguar confianza en los procesos a desarrollar, en su competencia y calidad.
  • Trabajar para mejorar constantemente.

La administración de la organización está compuesta por distintas partes, una puede ser el SGC según ISO-9001 destinado a conseguir los resultados relacionados con la calidad. Existen otros elementos de la gestión empresarial integrables con el Sistema de Gestión de la Calidad y que conformarían un único sistema con él.

Este apunte ayuda la planificación, la concesión de recursos, constitución de objetivos y evaluación de la eficiencia general de la organización.

Enfoque basado en procesos

Este enfoque o perspectiva puede definirse como cualquier actividad que cambia los recursos de entrada por salidas. Este enfoque basado en procesos  es un concepto que aúna al conjunto de las actividades de control y gestión de los procesos y su interrelación.

Esta perspectiva es provechosa para que las organizaciones trabajen de manera eficaz, aunque para ello suponga controlar y gestionar procesos relacionados entre sí.

Política y objetivos de la calidad

Estos dos apuntes, política y objetivos, son un punto de referencia clave para dirigir una empresa. Disponen el tipo de resultados que un organismo desea lograr y ayudan a definir y aplicar los recursos para alcanzarlos.

Los objetivos especificados deben ser coherentes y congruentes con la política de calidad, así como medibles para comprobar el grado de desarrollo de éstos.

Estos propósitos se complementan con otros ya establecidos en la entidad (finanzas, rentabilidad, seguridad…). El alcance de los objetivos provocará un signo o impacto positivo en la calidad del producto, en la capacidad de operación de la empresa, en el desarrollo económico y, en consecuencia, en el éxito de la organización.

Papel de la alta dirección

Dentro de un SGC basado en la norma ISO 9001, a través del liderazgo y sus acciones, los directivos deben predisponer un ambiente de trabajo en el que sus empleados estén totalmente involucrados y participativos y en el que el propio sistema opere eficazmente.

La alta gerencia se basa en los fundamentos de la calidad para desarrollar sus funciones. Entre ellas, destacan:

  • Implantar y mantener la política y objetivos de la calidad.
  • Fomentar y trabajar en la concienciación, motivación y participación de su personal.
  • Cerciorarse de que toda la empresa orienta su trabajo hacia la satisfacción del cliente.
  • Sostener que el sistema es eficaz y eficiente.
  • Examinar y controlar el sistema.
  • Tomar decisiones para contribuir a la mejora del SGC.

Valor de la documentación

Tanta documentación puede suponer un incremento de la burocracia a la hora de acreditar y certificar toda la documentación que se hace. Los informes son necesarios porque permiten la comunicación de los fines de las acciones.

Identificar y documentar debe convertirse en una acción que aporte valor. Las entidades son las que deben determinar el volumen de la documentación exigida y los medios a utilizar.

Evaluación de los Sistemas de la Calidad

Evaluar un SGC supone conocer las cuatro preguntas básicas que deberían hacerse para cada uno de los procesos que van a ser analizados:

  • ¿Se ha controlado y definido correctamente el proceso?
  • ¿Se han detallado las responsabilidades?
  • ¿Los empleados están cualificados y capacitados?
  • ¿El proceso es eficaz para alcanzar los resultados estimados?

Analizar un Sistema de Gestión de la Calidad puede realizarse de diferentes formas:

  • Examen o auditoría.
  • Controles.
  • Autoevaluaciones.

Independientemente del método usado para su evaluación, los resultados deben revisarse y, cuando se necesite, determinar las oportunidades de mejora.

Mejora continua

La mejora continua es un ejercicio que se utiliza para aumentar la probabilidad de  intensificar la complacencia de los clientes. Para esto existen una serie de acciones tales como:

  • Analizar la situación actual.
  • Controlar y reconocer las oportunidades de mejora.
  • Investigar opciones para la consecución de objetivos.
  • Destacar alternativas.
  • Examinar resultados.
  • Concretar los cambios.

Para alcanzar una gestión empresarial eficaz, un elemento importante es analizar y conocer los principios que sostienen al SGC según ISO 9001 y, de esta forma, poder definir cómo se cumplen los requisitos de acuerdo a las peculiaridades de cada entidad.

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